¿Qué es la roséola?

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La roséola, una infección común que afecta a niños menores de 2 años, es una infección leve caracterizada por fiebre, sarpullido e irritabilidad generalizada en los bebés.

Dos cepas comunes del virus del herpes causan roséola. La duración de la enfermedad puede durar más de una semana en algunos casos.

La roséola no suele ser grave. Sin embargo, en algunos casos, las fiebres altas no controladas pueden provocar complicaciones.

El tratamiento de la roséola incluye reposo en cama, líquidos y medicamentos antipiréticos.

Síntomas

La roséola puede permanecer latente en el niño hasta una semana o 10 días. Una vez que la enfermedad estalla, los síntomas incluyen:

  • Fiebre. Por lo general, la roséola comienza con una fiebre alta y repentina superior a 39,4 C. Otros síntomas que se experimentan incluyen dolor de garganta, secreción nasal o tos. También pueden aparecer ganglios linfáticos inflamados. La fiebre suele durar de 3 a 5 días.

  • Erupción. Una vez que la fiebre baja, suele aparecer una erupción, pero no siempre. La erupción consta de muchas pequeñas manchas o parches rosados, generalmente son planas y generalmente tienen una distribución global por todo el cuerpo. La erupción, que no pica ni es incómoda, puede durar desde varias horas hasta varios días antes de desaparecer.

Otros signos y síntomas de la roséola pueden incluir:

  • Irritabilidad en bebés y niños.

  • Diarrea leve

  • Disminucion del apetito

  • Párpados hinchados

Cuando ver a un doctor

Busque atención médica inmediata si el niño tiene una convulsión debido a fiebres incontroladas.

Llame al médico de su hijo si:

  • La fiebre está descontrolada.

  • La enfermedad se prolonga y no se resuelve después de una semana.

Llame a su doctor

Si está inmunodeprimido, comuníquese con su médico. Será necesario realizar un seguimiento de una posible infección.

Causas

La causa más común de roséola es el virus del herpes humano 6 y, en casos raros, el herpes 7.

Se transmite a través de las secreciones respiratorias o la saliva. Por lo tanto, los niños que están en contacto cercano con otros niños se infectan fácilmente.

La roséola es contagiosa incluso si no hay sarpullido. Por tanto, la enfermedad puede propagarse de forma insidiosa.

Factores de riesgo

Los bebés mayores tienen mayor riesgo de contraer roséola porque su sistema inmunológico aún se está desarrollando. Los bebés recién nacidos reciben anticuerpos de sus madres que los protegen durante los primeros 6 meses de vida. Por lo tanto, la edad más común de infección es entre los 6 y los 15 meses.

Complicaciones

1. Convulsiones en niños

Las fiebres incontroladas pueden provocar convulsiones en los niños. Esto a menudo se presenta como una breve pérdida del conocimiento, sacudidas de las extremidades o pérdida temporal del control de la vejiga o los intestinos.

Aunque aterradoras, las convulsiones febriles en niños por lo demás sanos generalmente son de corta duración y rara vez son dañinas. Sin embargo, busque atención médica si no está seguro.

Las complicaciones de la roséola son raras. La gran mayoría de los niños y adultos sanos con roséola se recuperan rápida y completamente.

2. Preocupaciones por las personas inmunodeprimidas

Las personas inmunodeprimidas, por ejemplo, las que han recibido recientemente un trasplante de médula ósea o de órganos, pueden contraer roséola como una nueva infección o debido a la reactivación del virus latente en su cuerpo.

Estos pacientes pueden experimentar complicaciones potencialmente graves a causa de la infección, como

neumonía o encefalitis.

Preparándose para su cita

Antes de ver al médico, anime a su hijo a que descanse y beba muchos líquidos.

Pruebas y diagnóstico

El diagnóstico suele ser clínico, aunque se puede realizar un análisis de sangre para detectar anticuerpos.

Tratamientos y fármacos

La mayoría de los niños se recuperan espontáneamente una semana después del inicio de la fiebre.

Se pueden usar medicamentos para controlar la fiebre para controlar los síntomas.

Prevención

Evite exponer a su hijo a un niño infectado. Si su hijo está enfermo de roséola, manténgalo en casa y lejos de otros niños hasta que la fiebre baje.

La mayoría de los pacientes son inmunes cuando llegan a la edad escolar. Sin embargo, se recomienda lavarse las manos de forma básica para prevenir la propagación de la enfermedad.

Los adultos que nunca contrajeron roséola cuando eran niños pueden infectarse más adelante en la vida, aunque la enfermedad tiende a ser leve en adultos sanos. Sin embargo, los adultos infectados pueden transmitir la enfermedad a los niños.

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Source by Tzun Hon Lau